Toby Scott es el ingeniero de sonido de Springsteen podriamos decir que casi desde siempre (sólo de pensar en los tesoros que puede tener me pongo malo), en una entrevista desvela el proceso de como se gestó esa obra maestra de la música que es Nebraska, el disco más austero y oscuro de Bruce.
Empecé a tener relación con Bruce en 1980 mientras mezclabamos The River y a partir de entonces me pidió que le mezclara algunos conciertos. Hacia 1982 estaba produciendo un álbum con Steve Van Zandt para Gary US Bonds, y me llamó para mezclarlo. Al poco, Bruce decidió que quería trasladar todo el proceso a Nueva York y así comenzar a trabajar en lo que acabaría convirtiéndose en Born In The USA.
Al principio del proyecto Bruce vino al estudio con una cassette y dijo“aquí tengo unas cuantas maquetas”. Comentó que algunas eran canciones orientadas al rock que quería probar con la banda, pero las otras eran más tranquilas que no parecían adecuadas para tocar con todos. En aquellos días no era tan normal que un artista preparara maquetas antes de ir al estudio, y le pregunté a Bruce donde las había grabado. Parece que hacia enero de 1982 llamó al que se ocupaba de sus guitarras, Mike Batlan, y le pidió que fuera a buscar una pequeña grabadora de cintas, nada sofisticada, simplemente algo con lo que poder grabar varias pistas. Entonces Mike fue a una tienda del pueblo y el dependiente le vendió una Teac-Tascam 144 Portastudio, que llevaba descatalogada uno o dos años. Era sencilla, y perfecta para lo que Bruce quería hacer.
Mike compró el Portastudio, un par de micros Shure SM57 con sus dos soportes. Bruce vivía en una casa en Long Branch, Nueva Jersey, y le pidió a Mike que montase todo en un dormitorio vacio. Mike se dedicaba a las guitarras, pero no era un técnico de sonido, y no tuvo la oportunidad de familiarizarse con el equipo antes de que Bruce quisiera grabar. Se preocupaba básicamente de que los medidores no subieran al rojo a menudo, y puede que utilizara algo los auriculares, pero Bruce estaba impaciente por empezar, por lo que dudo que pasara de lo más básico. De hecho, en algunas de las primeras canciones que grabaron se puede notar algo de distorsión mientras Mike andaba adaptando el volumen.
La grabación deBorn In The USA fue bastante más rápida que lo que
Bruce esperaba. La banda había estado rodando durante varios años, y estaban en muy buenas condiciones, a pesar de llevar algunos meses sin tocar. Yo había trabajado como ingeniero de sonido en Los Angeles y estaba acostumbrado a que las cosas se hicieran rápidamente, y por ello las mezclas se acabaron pronto.
Para Bruce, lo normal era que las grabaciones duraran meses, por lo que estaba algo sorprendido al estar en la tercera o cuarta semana en el estudio y ya estabamos mezclando. En ese momento decidió que debía empezar a trabajar en algunas de las otras canciones, las más acústicas.
con el sonido de toda la E Street Band. Probamos a hacer unas tomas durante los días siguientes, pero Bruce insistía en que no sonaba bien. Seguía sacando la cassette y decía “quiero que suene más como
esto”Durante el transcurso de nuestra grabación, empecé a descubrir algunos detalles interesantes respecto al modo en que habían grabado las canciones. Resulta que habían mezclado todo a través de un viejo Gibson Echoplex, aquellos que hacían un retraso para crear eco y que desde entonces han acabado en la chatarra. También por lo visto, durante el proceso de grabación, Mike nunca se había
parado a pensar en la función de una pequeña ruedecilla, y la había dejado como si marcara las dos en punto. Por ello acabaron grabándolo todo con más velocidad. Después pensó que quizás no debería estar en esa posición, y para la mezcla lo colocó como si marcara las doce en punto.Luego estaba el asunto de la mesa de mezclas. Resulta que habían mezclado todo en el único cacharro que tenía una entrada de sonido, que era un radiocassette Panasonic que tenía también su historia: Bruce tenía una canoa que le gustaba sacar en el pequeño riachuelo que pasaba cerca de su casa, y el verano anterior durante uno de esos viajes, el radiocassette había acabado en el barro. Al final del día, cuando bajó la marea, lo pudo recoger y lo trajo a casa, le quitó el barro y allí se quedó, olvidado en el porche. Una semana después aproximadamente, estaba sentado en el porche leyendo el periódico del domingo, y de repente el radiocassette empezó a sonar de nuevo. Ese es el aparato que usaron como mesa de mezclas. Quiero añadir que ni Bruce ni Mike sabían mucho de limpieza de cabezales o alineación de los mismos, y por eso ni los cabezales del radiocassette, ni el Portastudio ni el Echoplex fueron limpiados jamás.
Desde enero, que fue cuando mezclaron las maquetas, hasta
aproximadamente abril, Bruce anduvo de aquí allá, con la única copia de la cinta en el bolsillo delantero de su chaqueta vaquera todo el tiempo. Esa era la cinta que llevaba al estudio y decía
gustará, pero podemos”. Pude decirle que no, que el sonido no era lo
suficientemente bueno para masterizarlo, pero así no funcionan las cosas. Trabajamos para el artista, y estabamos allí para ayudarle a conseguir sus objetivos, incluso si va contra las reglas de un ingeniero. Creo que, probablemente, por eso sigo trabajando con Bruce después de todos estos años. Por tanto le di la cassette a un ayudante y le pedí que lo pasara a una cinta de calidad. Luego fuimos a cuatro o cinco sitios donde masterizar, pero nadie podía pasarlo a un acetato (a partir del cual se hacen los discos) porque con los sonidos que salían, la aguja no paraba de saltar fuera. Fuimos a ver a Bob Ludwig y Steve Marcussen en Precision, Sterling Sound, CBS. Finalmente acabamos en los estudios Atlantic de Nueva York, y Dennis King lo intentó una vez y tampoco pudo pasarlo a acetato. Entonces le pedimos que probara una técnica distinta, poniéndolo en el acetato a un nivel mucho menor, y parece que así funcionó. Acabamos en el estudio de Bob Ludwig pero con Dennis llevando los controles. Y ese es el master que acabamos usando.
El álbum suena como suena por todo esos factores, las múltiples cintas, los cabezales sucios, la velocidad, todo es parte de la atmósfera, y parte de lo que a Bruce le gustaba de las canciones. Había conseguido llevar sus ideas a una cinta en su propio ambiente, gracias al Portastudio y un par de micros, y ese era todo el equipo que necesitaba para conseguir el sonido que andaba buscando.
Con los años los estudios caseros de grabación han evolucionado en gran medida, y parece casi imposible imaginar a un músico de la
estatura de Bruce Springsteen, grabando maquetas en condiciones tan primitivas. Pero incluso cuando posteriormente cambiamos el Portastudio por grabaciones en ordenador y procesamiento digital, una cosa se mantiene, y es que la evolución de los estudios caseros ha cambiado para siempre la manera en que creamos y grabamos nuestra música.
Disfruta con las demos originales en el siguiente bootleg: