BRUCE SPRINGSTEEN EN LA CULTURA POPULAR CATALANA

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Desconozco lo conocida que es la figura del «caganer» en España, pero en Catalunya es una pieza indispensable en cualquier belén navideño de toda condición. Un personaje querido y entrañable, que le da un poco de humor y de sorna a estas fiestas tan entrañables.

Con el paso de los años y la sociedad de consumo, podemos encontrar infinidad de caganers representando todo tipo de personajes públicos de actualidad, políticos, futbolistas, famosos,cantantes, héroes de ficción… Cada año se esperan las novedades para saber a quien le ha tocado el honor.

Pues desde hace un par de años el honor corrió a cargo de Bruce Springsteen, siendo representado en esa cotidiana postura por algunos artesanos del caganer.

Para dar a conocer un poco más la historia, origen y tradición de tan simpático personaje he elegido algunos extractos del libro  “El caganer”, de Jordi Arruga y Josep Mañá. (Ed. Alta Fulla, 1992)

Introducción:

El caganer es una de las figuras más características y entrañables de la imaginería catalana popular navideña. La inserción de esta desinhibida y controvertida figura en el belén es un contrapunto que humaniza la representación del misterio de Navidad y hace de esta representación doméstica una maravillosa síntesis que armoniza su mensaje transcendente y sobrenatural con la realidad material y los condicionamientos biológicos de nuestro organismo. Figura que anualmente es objeto de una continua y creativa reinterpretación por parte de los artesanos que las modelan, el caganer es uno de los elementos que personalizan y dan identidad a nuestra imaginación navideña en medio de la profusa invasión de iconografía de tradición anglosajona que nos invade en estas fechas.

El pesebre:

El pesebre, representación plástica del misterio de Navidad, que en principio sólo se realizaba en las parroquias y conventos –siguiendo el ejemplo que San Francisco de Asís que montó un belén viviente la Nochebuena del año 1223- , poco a poco se fue introduciendo en las casas particulares.

Los hogares aristocráticos del siglo XVIII fueron los primeros que construyeron grandes belenes monumentales, que visitaba numeroso público. Después la costumbre se extendió al pueblo, y su gran popularidad hace que hoy en día todavía sea uno de los elementos más vivos del belén catalán.

La lavandera, el pescador, los Reyes, el caganer y otros personajes, así como los animales domésticos, las casas de corcho y el río de papel de plata, colocados sobre unas porciones de musgo y corcho, nos traerán a un rincón del comedor la ilusión de un mundo feliz y un pedazo de naturaleza a casa.

El caganer:

Podemos definir al “caganer” como un elemento de la imaginería popular que representa un individuo, agachado y con las nalgas al descubierto, satisfaciendo sus necesidades fisiológicas al aire libre. La versión más conocida de este personaje es, sin duda, la genuina y singular figura que encontramos formando parte de nuestros belenes domésticos y que también recibe el nombre de “cagón”, “hombre que caga” u “hombre que hace sus necesidades”. Acompañado e veces de algún animal que olisquea curioso y colocado tradicionalmente debajo de un puente, detrás de un pajar o en otro sitio oculto –ya que sería una falta de respeto que esta figura estuviese situada en un lugar del paisaje belenístico que fuese visible desde la cueva del Nacimiento o por los que van a adorar a Jesús-, es costumbre que cuando la chiquillería contempla el belén se le diga: ¿Donde está el “caganer”?, a fin de que se entretenga buscándolo.

Historia:

El “caganer” no aparece de una manera exclusiva en los belenes, sino que también se presenta en otras formas de la imaginaría popular. Durante los siglos XVI, XVII y XVIII, época de preponderancia de los gremios, lo encontramos con motivo de las llamados 2azulejos de oficios”. Existen también romances del siglo XIX, en catalán y castellano, que glosan al personaje del “caganer” y las acciones biológicas que escenifica. Es posible que la incorporación del “caganer” al belén tuviese lugar durante el período del barroco –al final del siglo XVIII- movimiento que se caracterizaba por el extremado realismo que vertió, sobre todo, en las naturalezas muertas y en las escenas costumbristas, todas ellas muy relacionadas con la descripción de la vida del pueblo. Fue entonces cuando las condiciones de trabajo y las escenas domésticas y al aire libre se tuvieron en cuenta como temática artística. De esta manera, se dignificaban aspectos de la realidad cotidiana que, hasta ese momento se habían menospreciado.

Dentro del impulso barroco y de acercamiento costumbrista a la realidad, el “caganer” alcanza todo su significado, crudo, irónico y escatológico a la vez, consecuente con la condición humana y con las servidumbres de su naturaleza. Se trata de una figura muy adecuada y totalmente identificada con el medio rural del que procede.

Tipologias:

La figura tradicional del “caganer” es un payés tocado de barretina. Suele llevar un cigarrillo en los labios o fumar una pipa mientras cumple su obligación natural, y algunas veces tiene en las manos un trozo de papel o un periódico abierto para amenizar la tarea con la lectura y emplearlo para la posterior limpieza. Por lo que hace referencia a la variante femenina de esta popular figura, es preciso decir que de unos treinta años a esta parte se fabrican también modelos de “caganera”. Su creador fue el artesano barcelonés Lluis Vidal, coincidiendo con la época de la aparición de las primeras minifaldas en la calle. A parte de estas tipologías, que son las más habituales, hay también modelos vestidos con la indumentaria hebrea.

Cada año, los artesanos pesebrísticos, como novedad, con motivo de un acontecimiento de actualidad o de una circunstancia concreta, o bien para satisfacer a los coleccionistas, crean modelos insólitos y especiales. Entre algunos de estos modelos singulares señalaremos los “caganers” futbolistas vestidos con la camiseta de los colores del Español o del Barça, el “caganer” olímpico que realizó el artesano Godia le Navidad de 1986, año de la nominación de Barceloa como ciudad olímpica, o también el “caganer” peregrino del Camino de Santiago creado el año 1999 por la ceramista Anna Mª Pla con motivo del Xacobeo de aquel año.

A semejanza de los gigantes y de las gigantas, existen figuras de “caganers” propias y alegóricas de distintos pueblos y villas, como por ejemplo los “caganers” de Ripoll, de Bagá, de Centelles, de Anglés, etc.

Area geográfica:

Aunque es Cataluña donde existe una más enraizada tradición y popularidad, el “caganer” del belén no es una figura exclusiva de Cataluña, ya que la encontramos también en los belenes de Murcia, Portugal, Nápoles, etc. donde son conocidos con los nombres de “cagones”, “cagöes” y “cacone” o “pastore che caca”.

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